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miércoles, 4 de mayo de 2016

"Penny Dreadful"

Desde siempre fui aficionado al terror, tanto en forma de novela como visual. Crecí leyendo a los grandes clásicos del género y a muchos de ellos aún los releo hoy de vez en cuando. No es descabellado pensar que la mayor parte de lo que aparece hoy relacionado con el género bebe de esas novelas que todo gran aficionado conoce y respeta como la fuente de casi todo lo que vino después. Hace tiempo que no leo nada, o casi nada, que me llame demasiado la atención dentro de este género, salvo alguna cosa puntual de autores actuales más que reconocidos y algunos escritores nuevos, (curiosamente muchos de ellos españoles como Loureiro, Sisi y alguno más). Reconozco que no es fácil escribir algo distinto o nuevo, que tenga una historia original que se aleje de lo ya escrito, pero tampoco es cuestión de seguir repitiendo hasta la saciedad lo mismo de siempre. Y en el cine o la televisión ya ni te cuento. Hoy por hoy todo es una sucesión de sangre, vísceras, asesinatos brutales (parece que la originalidad está en ver quién crea la forma más desagradable y visual de matar a alguien) y escenas que más que miedo provocan repulsión. O eso o dedicarse a hacer versiones nuevas de películas anteriores que no aportan nada de nada al género. Y en televisión es más que difícil encontrar alguna seie dedicada al género. Sigue quedando como una de mis favoritas aquella española de “Mis terrores favoritos” y pocas más destacables puedo recordar.

Viene esta introducción a cuento de que hoy os voy a dejar un par de cosas sobre una serie que estoy viendo que responde a este género y que me está gustando bastante. No voy a decir que sea original del todo, porque es de las que juegan con esos clásicos que mencionaba al principio, mezclando varios personajes de este tipo de novelas. No suelen gustarme demasiado este tipo de mezclas porque suelen dar lugar a cosas algo flojas, inconexas y a veces incoherentes. Pero eso es algo que no ocurre en esta, filmada con gran calma, gusto y hasta originalidad en la forma de tratar y juntar a estos personajes. Como lector de las grandes novelas del género me declaro seguidor del llamado terror gótico. Ese que transcurre sobre todo en el Londres victoriano, con sus calles sucias y llenas de gente, su niebla y los misterios que esta esconde y ese ambiente típico que todos reconocemos enseguida. La serie se titula “Penny Dreadful” y va por la tercera temporada en este momento, recientemente empezada en Estados Unidos; así que la primera es del 2014. De momento vi la primera entera y dos de la segunda y el interés no decae en ningún momento, al revés, interés, tensión y misterio son las claves de cada capítulo. Lo que no entendía era el título y tras investigar un poco descubrí que hace referencia a unas pequeñas novelas por entregas y colecciones de novelas cortas que se publicaban en Inglaterra en aquella época con temática de este tipo, misterio y terror.


¿Cuál es la historia? No quiero destriparla demasiado pero contaré que mezcla personajes novelescos con otros creados para la serie, aunque muchos de ellos también están relacionados con las novelas. Gira alrededor de cinco personajes principales, Sir Malcolm Murray, Vanessa Ives, el americano Ethan Chandler, el doctor Víctor Frankenstein y el criado de Murray, Sembene. Ellos son el núcleo de todo lo que ocurre. Como se ve uno de ellos bebe directamente de la literatura, el doctor Frankenstein que, por supuesto, aparecerá con su famosa criatura sacada de la muerte para llevar una nueva vida de soledad y rechazo. La historia principal de la primera temporada es la búsqueda por parte de Malcolm Murray de su hija, que está bajo el influjo de un poderoso vampiro muy cercano en su imagen al de la conocida película “Nosferatu” que al clásico de la Hammer. Vanessa Ives es una extraña joven que parece tener poderes relacionados con el diablo y un cierto contacto con Mina, la hija de Sir Murray, a la que este usa para poder localizarla. Su hija es Mina Harker, uno de los personajes del “Drácula” de Bram Stoker. En el medio está un pistolero americano al que reclutan del circo de Buffalo Bill al principio del primer capítulo. Apoyados por el doctor y el criado de color emprenderán una aventura en busca del vampiro por los lugares más sórdidos de Londres. Además de eso tenemos a la criatura, al monstruo, que intenta por un lado llevar una vida más o menos normal con un físico que lo condiciona. Y también aparecerá otro famoso personaje literario con una serie de intervenciones importantes para el desarrollo de la historia, el conocido Dorian Gray y su famoso retrato. Como vemos una mezcla en la que tendremos algún personaje conocido más pero que no desvelaré para mantener el interés pero algunas sorpresas están garantizadas, sobre todo a final de temporada. En la segunda empezamos más o menos una nueva historia, pero con este mismo núcleo central.

Una de las mejores cosas de la serie son las interpretaciones y la ambientación, una mezcla que de nuevo convierte un producto televisivo en algo muy cercano al cine, la verdad es que sería un gusto poder verla en una gran pantalla en uno de esos cines de mi juventud, con sus palcos y su aire de gran espectáculo y no en una de esas pequeñas y frías salas que tenemos ahora. Actores bastante conocidos, algunos de nombre y otros de cara, pero todos espectaculares en sus interpretaciones. Malcolm Murray es Timothy Dalton, más que conocido, dando imagen a un hombre torturado, egoísta y capaz de cualquier cosa para conseguir su objetivo. Pero para mí por encima de todos destaca el más extraño, el que más sorprende y que conseguirá ponernos los pelos de punta y que mantengamos la respiración en más de un momento. Quizá el personaje más importante de la serie porque casi todo gira alrededor de ella, es Vanessa Ives, interpretada por Eva Green. Una actriz con algo de cine a sus espaldas pero que me parece realmente buena. Es más, hace un par de días vi un tráiler de lo nuevo de Tim Burton, y ella tiene uno de los papeles protagonistas, solo por las pocas escenas que vi ya promete. Y el resto son caras bastante conocidas la mayor parte, pero ninguno en absoluto desentona con el ambiente y la media general. Ya sean personajes femeninos, masculinos o algunos que solo salen de vez en cuando, todos hacen que disfrutes como pocas veces de unas interpretaciones muy por encima de la media televisiva.

Uno de los productores es Sam Mendes, y como nota curiosa los dos primeros capítulos fueron dirigidos por Juan Antonio Bayona, el realizador español que con su forma de hacer cine está convenciendo a los americanos y ya tiene más proyectos de aquel lado del mar. Estos dos primeros son realmente una genialidad y se nota la mano del director en todos los sentidos, están un punto por encima en cuanto a las formas del resto y casi esos dos solos podrían ser una gran película del género.
La ambientación es fundamental en este tipo de historias y aquí brilla con luz propia. Ya estamos más que acostumbrados a ver el Londres de esta época, pero no deja de sorprenderme cuando se hace bien. Las calles, las ropas, la gente, los ambientes son elementos fundamentales para dotar de un mínimo de credibilidad aquello que estamos viendo y perdería mucho si se hiciera de una forma chapucera. Los detalles están cuidados y toda esa ambientación contribuye a mantener la atención del espectador y darle la calidad que tiene a la serie.


Capítulos de cincuenta minutos, temporadas cortas de entre ocho y diez episodios y unos finales de cada uno que te dejan en vilo hasta poder ver el siguiente. Como era de esperar teniendo en cuenta la época y los personajes no esperéis una orgia de violencia y sangre, hay violencia y alguna escena desagradable, pero sigue siendo de esas en las que el miedo, la tensión y el terror se consiguen más con lo que no se ve que con lo que se ve. Hay algún momento de los tres últimos de la primera temporada que pueden poner los pelos de punta y hacerte aguantar la respiración hasta que la tensión se resuelve. Y como dije esa mezcla de clásicos del género no sorprende en ningún momento, es más, hasta parece lógica y esperable. Como en otros casos yo recomiendo verla en versión original, gana mucho, aunque solo sea por disfrutar de la tenebrosa voz en algún momento de Timothy Dalton, de la tensión que se consigue viéndola así, creo que está en concreto doblada pierde algo. Recomendable para los aficionados al terror gótico, a la forma más clásica del terror y lejos de eso que hoy quieren meter dentro del género pero que a veces provoca todo lo contrario.